Papel y lápiz es una buena combinación con la que plasmar una idea, un pensamiento, una historia, un proyecto…que quedará impregnada para ti, para otros o para el resto de los mortales.

Sin duda, una forma de expresión; de la cual personal e íntimamente me valgo en mi vida y no suelo expresar públicamente.

Es mi momento de intimidad, de soledad y comunicación conmigo.

Es mi momento de reflexión, de partida o fin de una cuestión.

Me gusta leer; leer a otras personas y enriquecerme de sus pensamientos.

Sin embargo, mis escritos más profundos e internos siempre me los guardo para mí, incluso los destruyo y los utilizo como herramienta para avanzar, detenerme o resistir durante mi camino.

Hoy me apetece compartir mis pensamientos con el resto de personas curiosas aprovechando la rápida difusión en las redes sociales.

Soy pura aprendiz, curiosa e indagadora de algunas disciplinas como la Ciencia y el Arte; Arte a través del cual me siento libre y expreso de lleno.

Reitero lo de “libremente” ya que considero que es el vehículo de transmisión dónde el ser se puede sentir realmente pleno y realizado con sus ideales y manera de comunicación con los demás.

Todo se cuestiona hoy día, intentamos buscar un por qué o una explicación a todo lo que ocurre. Bajo mi punto de vista, no hay mejor historia que la que el espectador quiere interpretar sin un guion prefijado.

Las casualidades no existen y todo tiene una causalidad. Hay ocasiones, que simplemente pasan y no las entendemos; pero en algún punto del camino le encuentras el sentido y el por qué; es decir, esa causalidad.

La vida es aprendizaje continuo, y el ciclo vital está en movimiento; movimiento desde la pausa, avance, retroceso o simplemente resistencia.

Todas las personas son únicas, con una esencia, una historia que parece “estar fijada”.

Venimos a este mundo por alguna razón y con algún “papel” que interpretar; pero la vida nos brinda la oportunidad de cambiar o modificar las reglas de tu guion.

Y es ahí donde entras tú, tú misma, tu ser: biopsicosocial y espiritual para decidir y permitirte ser, sentir y fluir.

No somos omnipotentes, ni inmortales; por ende, intenta dar siempre la mejor versión de ti.

Miedos…prejuicios, modas, tendencias…a pesar de situarnos en pleno s. XIX considero que el ser humano no se siente libre; llamando “libre” cómo libertad plena de su ser, y sigue sometido a las grandes masas y status implantados por la sociedad.

Hemos avanzado en tecnología, comunicación, ciencia…pero ¿estamos satisfechos plenamente con nuestro ser?

Estamos olvidando una parte de la persona que es su esencia más íntima, su corazón, sus emociones; ¿dónde quedan en este mundo de aceleramiento, del aquí y ahora?

“Lo quiero todo, aquí, ahora y ya”.

¿Te has escuchado? ¿Es esto lo que quiero?

Esfuerzo…queda fuera de plano. Esfuerzo no significa sufrimiento, sino gratitud, aprendizaje en el disfrute de un objetivo o camino.

Compromiso. ¿qué pasa con él? Compromiso ha pasado a ser efímero en el tiempo. Y no me refiero al compromiso de “hasta que la muerte llegue o nos separe”; sino compromiso contigo misma; compromiso y lealtad a tus principios, valores y aprendizaje continuo.

Sinceridad contigo, con tu persona más íntima, de nada sirve aparentar algo que no somos y que en el fondo nos crea frustración y conflicto.

Lo que nos marca la diferencia con otros seres vivos “dicen” que es la inteligencia: pero entonces, ¿la aprovechas cómo vehículo de adaptación a acontecimientos que te van sucediendo? ¿te eres fiel a ti misma?

Respeto. Respétate en primer lugar; es la clave para que tu ser tenga valía. Respeta a los otros y otras. Respeta cómo piensan, viven, actúan, sienten…cosa que no veo hoy día desgraciadamente.

Igualdad. Todas las personas somos iguales, según la Declaración Universal de los Derechos Humanos (pienso que queda en el abismo).

Cada persona ha iniciado su punto de partida en algún minúsculo punto de este mundo. Por ello, ¿te crees superior? Todavía hay evitación al respecto y mucho oscurantismo.

Conversar, discutir… Dónde está el consenso y el llegar a un acuerdo desde varios puntos de vista, me parece particularmente poderoso y grandioso; ya que nos enriquece a todos.

Entre tanto, seguimos la carrera; una carrera que parece que “tonto” el último sin importar el otro o la otra.

Quiero más y más, simplemente…

El día que eches freno me “entenderás”, sin pretender convencerte de nada ni imponer. Pero no te confundas, sé tú quién elija lo que quieras.

La vida es arriesgarse, pero recuerda que siempre podemos empezar de nuevo y modificar nuestra ruta.

¡Puede que te abrume y sientas algo de “miedo”! Aunque esto, hasta te puede emocionar.

¡Quizás, quizás, quizás…podemos volver a empezar!

 

Cía. FLAMENCURÍA Obdulia Bustos

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